
Yumemi es una chiquilla de 13 años.
Es la tipica niña super buena que se siente sola tanto dentro de su familia como en el mundo en general.
No se siente especial, ni importante, ni mejor ni peor que nadie; deja que los dias vayan pasando solos en compañia de sus dos mejores amigas: Ichiko y Suzume,
Desde pequeña siempre vio cosas raras en el cielo, una especie de islas que flotaban entre las nubes, pero excepto sus amigas nadie la cree en absoluto, y cuando habla de ello lo único que consigue es que los demas se preocupen y mucho por ella.
Así que decidío ignorarlo, pues pensaba que lo soñaba o eran cosas que debia olvidar.
Lo malo es que como era real, por mucho que quisiera ignorarlo, cada vez que veia algo entraba en trance, y cada vez está siendo más y más a menudo.
Un día, cierto personaje con pelos rojo que dice llamarse Munto, cae del cielo con una especie de explosión delante de Yumemi, y le dice que ella es la Chica del Destino, y que no hay tiempo que perder para salvar su mundo y el de ella asi que le pide que por favor le entregue cuanto antes el poder de Akuto.
Como supondreis, ella no sabe de que le esta hablando ni de donde ha salido él, así que no le hace mucho caso.
Pero estas visitas se suceden una y otra vez, incluso más de una vez por dia, con lo que empieza a desesperarse a la vez que trata de saber más.
En uno de sus cortos encuentros (no duran más que unos pocos segundos y los más largos no llegan a los 5 minutos) consigue explicarte todo lo que puede.
Los mundos del Cielo y la Tierra estuvieron en su dia en contacto, pero esa unión se rompió hace muchisimo tiempo y ahora los dos mundos corren peligro.
El Reino de la Magia (de que él es el rey), está siendo atacado y ya quedan pocos pilares de los siente que los sostienen.
A su vez, la Tierra está sufriendo continuos desastres meteorológicos y numerosos cambios bruscos de tiempo y temperatura.
En poco tiempo, ambos mundos serán destruidos si ellos dos que tienen el poder, no se encargan de volver a unirlos.
Al principio Yumemi se nuega a creerlo, pues no entiende que ella tenga ningun poder ni que en sus manos esté un futuro tan importante como para que de él dependa la existencia de millones de seres.
Pero como es lógico, tarde o temprano se verá obligada a creerlo quiera o no, y a aceptar su responsabilidad.
Y comprenderá que sus "alucinaciones" son más ciertas de lo que nunca hubiera pensado, y que dicha isla que ve en el cielo no es otra cosa que el Reino de la Magia, en el que sus habitantes de desplazan sobre una pequeña islita flotante bajo sus pies

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